miércoles, 14 de mayo de 2008

PALABRAS


Las palabras duelen. Pueden llegar a ser devastadoras, si no las usas con precaucion. Pero a veces, aún así pueden resultar muy dolorosas. Hay expresiones que apoyan mi reflexion. La primera que se me ocurre es "brutalmente honesto". Se pueden decir verdades o aquello que creemos que es verdad de diferentes maneras. Las palabras son como armas, la intencionalidad es lo que las carga. El desprecio y el rencor hace que las palabras se llenen de ponzoña. Un pequeño roce, escuece. Pero si tienes una grieta en tu armadura... entonces te corroen el alma. Que más da si lo que dicen no es verdad. La inseguridad no es escudo para nadie, y menos para quien no te quiere escuchar.
Las palabras pueden ser afiladas como cuchillos. Las hay quien las maneja mejor que otros. Espadachines de la gramática ostentan el poder. Hay otros que sin embargo, no las saben usar. Intentan utilizarlas para defenderse y a veces, por casualidad, se vuelven armas arrojadizas. Palabras escritas, palabras habladas, ausencia de...
Y cuando te las tiran a la cara pueden doler más que una bofetada. Palabras necias, piel ajada. Malas palabras, en peores momentos. No hay freno para esquivarlas. Vienen directas, te golpean y te roban algo de ti misma. No puedes volver a mirar la vida como antes. Palabras que crean pequeñas mutaciones en el alma. Lo que no te mata, te vuelve más fuerte. Hay palabras que te pueden matar poco a poco. Mutilan lo que eres, lo que eras. Gusano de seda en un capullo impuesto. Dolor que se salda en silencio, sin palabras. Cáncer que devasta tus murallas.
A veces, sin embargo, las palabras pueden ser hermosas. Son la llave de la caja fuerte del corazón para algunos. La esperanza a la que se aferran los que necesitan de ellas. El amor sin palabras es vacío. Sinsentido. Las palabras pueden ser las mejores enfermeras. Porque es una vía de escape para el dolor. La tristeza que no sabes sacar de otra manera. Esa pena que se ha vuelto como una pelota en las entrañas... Vomitas palabras y palabras. No piensas, sientes. Y esas palabras vuelan, liberan, se llevan consigo el dolor. Más hacia afuera. Más vacío por dentro. Y la música.. también es una forma hermosa de expresar palabras. Fusión de sonidos y fonemas. La lógica de las matemáticas ¿a caso no encierran el secreto de las palabras?
Puede haber comunicación sin palabras. No me hablas. Pero miras. Te siento cerca, a veces lejos. Y sin embargo, a veces las necesitamos tanto... Un perdona, un te quiero, un lo siento son las más ansiadas. Todos queremos perdonar, y que nos perdonen. Que nos quieran. O que nos odien. Si me dices, yo te cuento. Si me ignoras, me pierdo. Laberinto de grafias, del que ya no se como salir. Las cuerdas vocales, los dedos ágiles, me atan, me pierdo . Soy incapaz de encontrar la combinación correcta que me saque de aquí. Y sin embargo, no paro de hablar, de escribir. Me sienta bien. Los miedos vuelan, se alejan durante un rato. Cohetes de San Juan asustando a las palomas.
¿Se podría considerar las lágrimas como un tipo de palabras silenciosas? Por que también duelen. También pueden lastimar. Vacilas. Se contagian con el cariño. Empatía en la pena, unión de la amistad. Soledad y silencio. Tictac, el tiempo pasa, pero el eco no llega. Y sin embargo, cuando lloras ¿acaso no estás gritando tu interior? rabia,pena, también felicidad, ilusión,... Las lágrimas a veces comunican mejor que las palabras, que pueden resultar confusas. Se interpretan mal. Si las lees, el tono depende de tu visión subjetiva. Una vez alguien se enfadó conmigo porque no entendió el tono irónico de un mensaje. No lo supe hasta tiempo después. La ausencia de palabras se me hace insoportable. Acrecienta mi soledad.
Tantas cosas por decir, por preguntar, por saber... Letras para jugar, para disfrutar, para disparar. Buuuum! Estás muerto, un poquito más. Cuantas cosas por decir, cuantas cosas que no diré jamás, cuantas cosas que solo comparto conmigo misma. Secretos revelados en la intimidad. Oidos que no escuchan, si no es el rumor del mar. Dardos veloces, voces parsimoniosas. Palabras de noche susurradas al oido. Palabras valientes que salen sin pensarselo a por el rival. Palabras cobardes que se escudan en las cervezas del sabado noche. Palabras que mienten. Palabras que no quieren ser creidas. Palabras que duelen. Palabras que aman. Palabras que acompañan, cuando nadie está cerca. Palabras que consuelan, cuando nadie te habla. Palabras de amor, tesoro perdido. Palabras honradas que se dicen sin miradas. Secretos oscuros, noches de calma.
Con qué ligereza las usamos. No somos conscientes de nada. De su importancia. De su hoja de doble filo. De que duelen. De que aman.

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